El presente clima de crisis social en el país, también nos ha invitado a reflexionar como Instituto sobre el rol que tenemos frente a las actuales demandas de la ciudadanía. Si bien la realización de la COP 25 era un escenario que nos serviría para impulsar y demostrar que la eficiencia energética es el camino a seguir por la industria constructiva, nuestro compromiso no mermará.
Bajo este contexto, reafirmamos que nuestro camino es poner a disposición del país nuestro estándar científico, difundiendo los principios Passivhaus y formando profesionales que contribuyan en la práctica a mejorar la calidad de vida de las personas al interior de las viviendas.
Hoy en Chile uno de cada tres hogares sufre de pobreza energética, es decir, no cuentan con una adecuada aislación. En cifras específicas y según un estudio de la Red PE y el CR2, el 34.3% de los hogares tiene acceso desigual al confort térmico
Para poder lograr superar esta baja eficiencia térmica de las viviendas, se requiere de una normativa que regularice los estándares de aislamiento térmico para lograr una menor demanda energética, sin embargo, también es imperante un cambio cultural que impulsaremos a través de nuestras distintas plataformas y actividades.
Como país es evidente que nos encontramos en una posición vulnerable frente al cambio climático, por lo que urge aún más avanzar hacia altos estándares de eficiencia energética. Por todas estas razones, reiteramos nuestro objetivo de colaborar activa y continuamente con actores públicos y privados para que, en conjunto, avancemos hacia un Chile más igualitario y sostenible.